Eficiencia y rentabilidad
No solo se trata de mejorar la calidad, la desulfuración del horno de inducción también aporta considerables beneficios económicos. Al convertir eficazmente el azufre en una forma superdura, el proceso elimina defectos y retrabajos, reduciendo así los costos de producción totales. Además, la eficiencia del flujo de desulfuración significa que se evitan por completo las caídas de energía innecesarias, aunque la capacidad líquida total se mantenga constante durante cualquier período dado. Estos factores en combinación conducen a menores costos de producción, y por lo tanto, los productores de acero pueden ofrecer precios competitivos. Sin embargo, continúan entregando productos de calidad que los usuarios valoran altamente tanto a nivel nacional como internacional. Todo lo que tienes que recordar es que para los clientes esto significa un mayor valor por su dinero, ya que reciben un producto equivalente a un precio más bajo, lo cual es esencial en el altamente competitivo mercado del acero actual.